miércoles, 6 de marzo de 2024

Artìculos de enero de 2024

 

ESTIMADOS/AS AMIGOS/S Y COMPAÑEROS/AS DE CAMINO, 

BUENOS DÌAS, esoerando estèn bien

He aquí mis artículos de enero de 2024

1.      Mañana no existe: Lo hacemos nosotros… o sea, cada uno y cada día.

2.      La primera violencia es la del sistema… Las demás son consecuencias del sistema neoliberal.

3.      Los sacrificados en el altar de la patria… son los jóvenes que pagan los pecados de los adultos.

4.      Vivir o morir por una causa noble… ¿es la meta de nuestra vida?

 

 

1.      MAÑANA NO EXISTE: LO HACEMOS NOSOTROS, Pedro Pierre

Comenzar un nuevo año es despertar esperanza, confirmar caminos y emprender proyectos... porque ayer es historia, mañana es desconocido y hoy es un regalo de la vida y de Dios, para que podamos dejar huellas. En medio de la noche, demos testimonio del día y preparemos la aurora: Quedará de nosotros lo que hemos dado. Por todas partes hay personas que luchan, destellan esperanza y son signos de tiempos nuevos y mejores. Se trata de vivir simplemente en un mundo complicado y hostil, de ser justos en medio de la injusticia, honestos en medio de la corrupción, compasivos en medio de la indiferencia, alegre en medio de la tristeza. Navidad nos ha recordado que Jesús viene en las periferias y en ‘el revés del mundo’. Nos dice que la vida, la novedad y el Reino brotan desde los descalificados. Nos confirma que Dios no desespera nunca que su Reino triunfará en medio de las peores desgracias: Ni la muerte será capaz de enterrarlo. Jesús y sus comunidades de seguidores son testigos vivos de esta necedad divina.

Eso es lo que tenemos que repetirnos para vivirlo en la realidad bastante desesperanzadora que nos toca. El nuevo gobierno es la continuidad caótica del anterior y, en nuestra Iglesia católica, la sinodalidad es un sueño descartado por la mayoría del clero y muchos bautizados que prefieren una religión adormecedora que confirme su afán de poder, privilegios y tranquilidad. La consulta popular no es más que la repetición de las anteriores, innecesarias, engañosas y perversas, porque desplazan las prioridades, eluden los problemas y profundizan la dominación, las desigualdades, la malicia y el saqueo de los poderosos. Al nivel internacional continúa el genocidio implacable del gobierno israelí contra los palestinos y la destrucción de Ucrania por el ejército ruso. Estos desastres humanitarios se dan gracias al apoyo interesado de Estado Unidos y Europa a Netanyahu y Zelensky, mientras que una inmensidad de instituciones y personas miran por otro lado. Otra organización mundial es necesaria; otra democracia participativa es urgente; otras iniciativas ciudadanas y cristianas son posibles… si así lo decidimos.

Esa es la realidad que nos depara el año nuevo: Será lo que lo estaremos haciendo mediante nuestras decisiones y actuaciones diarias. O participamos activamente a la construcción de un futuro mejor o colaboramos con las desgracias que nos asechan. Decía Martín Luther King, el líder negro norteamericano: “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero aun no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. Tenemos que estar seguros que somos el resultado de nuestros propios actos y de nuestras omisiones, porque sólo el presente nos pertenece y obedece a nuestras propias decisiones. Decidamos vaciar nuestras mentes de todo lo que no construye la verdad, la justicia y la fraternidad. Pongámonos a vaciar también nuestra casa de todo lo que no favorece la comunión, la participación y la acogida. Organicemos el encuentro, la unión, la organización entre vecinos y compañeros de trabajo. Capacitémonos para crecer de manera integral individual y colectivamente. Hagámonos responsables de nuestra convivencia local y nacional para que sea más armoniosa. Seamos unos creyentes que despiertan a la espiritualidad que necesita nuestro tiempo y que ha comenzado a desplegar la nueva generación lejos de los tradicionalismos que nos paralizan. No se trata de esperar que otros lo hagan o comiencen primero, sino empezar ya nosotros mismos. Cosecharemos lo que sembramos, pero necesitamos la paciencia y la tenacidad del campesino que remueve la tierra, la cuida, la riega agua, combate las malas hierbas y acompaña la indispensable maduración. Se trata de pasar de ‘lo mío’ a ‘lo nuestro’ para hermanarnos entre todos. Todo eso lo podemos hacer… si así lo decidimos individual y colectivamente.

La conclusión de dos años de preparación del Sínodo sobre la Sinodalidad fue la invitación siguiente, inspirada del profeta Isaías: “Ensancha las butacas de tu carpa”. A cada uno nos toca discernir dónde ‘ensanchar’ nuestra visión, nuestros proyectos y nuestros compromisos… sabiendo que otros lo están haciendo. Logramos la vida y el mundo que soñamos es la tarea si nos compromete en el diario vivir, porque allí está la clave de nuestra felicidad.

¡Feliz año de lucha, esperanza y fraternidad!

 

2.      LA PRIMERA VIOLENCIA ES LA DEL SISTEMA NEOLIBERAL, Pedro Pierre

Estamos en un nuevo encierro para protegernos de la violencia militar… porque la violencia delincuencial nació de la falta de empleo: ¡2 ecuatorianos en edad de trabajar no encuentran trabajo! La corrupción generalizada a nivel del Estado infiltrado por el tráfico de droga, la parcialización política de la justicia al más alto nivel, la salud y la educación descuidada y cara, la despreocupación del gobierno por la juventud, los pactos gubernamentales con las bandas delincuenciales con la entregar las cárceles a sus jefes, la explotación laboral indiscriminada, las campañas de odio y de mentira de los medios de comunicación … todo eso ha llevado a la actual situación de caos. El gobierno está ‘persiguiendo’ las consecuencias y no las causas de la violencia y los jóvenes, culpables y no culpables están a pagar el precio alto de la guerra a la narco-delincuencia, cuando los responsables son los 2 gobiernos anteriores -los de ”cuello blanco”- que permitieron y hasta facilitaron el comercio de las drogas para que las bandas de jóvenes se maten entre sí y nos extorsionen. La embajada norteamericana nos avisó que el tráfico de drogas se hacía con la complicidad de cuadros mayores del ejército y de la policía.

Las futuras cárceles de ‘última generación’ no van a resolver los problemas de desempleo, de corrupción estatal y de acumulación de la riqueza en pocas manos. Ni tampoco la consulta popular de ¡20 preguntas! que no es más que una cortina de humo  De paso se quiere aumentar el IVA de 12 a 15%... haciendo pagar a todos los ecuatorianos la falta de dinero estatal… Mientras tanto no se habla de cobrar a los bancos los 5’000 millones que deben, ni los 2’000 millones de las empresas evasoras de impuestos, ni los 82 millones del grupo Noboa de deuda al mismo SRI… más bien los poderosos de siempre  van a ser beneficiados con la nueva ley aprobada para facilidades financieras y zonas francas sin obligaciones laborales… Los bancos y los grandes grupos financieros siguen escondiendo su dinero en los paraísos fiscales ya que no hay control de salida o entrada de devisas ni tampoco radiografía de los contenedores que exportas desde los puestos nacionales bananos y otros productos.

               Después de dos gobiernos pactando con los delincuentes y las mafias internacionales de las drogas, obedeciendo a los intereses norteamericanos, están a la vista los resultados del sistema perverso que nos gobierna. Vamos a seguir peor con un gobierno de los empresarios asesorado por el fMI (Fondo Monetario Internacional) que organiza el saqueo del país y de las materias primas a favor de las grandes multinacionales… porque no se quiere ver ni perseguir las causas que han conducido al actual desastre nacional. Con todo, es imposible que haya empleos para los jóvenes, vida digna, casas, salud, educación, progreso y tranquilidad para la mayoría de los ecuatorianos. Ha aumentado el monto de las remesas enviadas por los migrantes porque han aumentado la pobreza, las desigualdades y la migración. Han aumentado también el egoísmo, la indiferencia, el individualismo que se hacen cómplices y encubridores de lo que está pasando. Todo esto con las últimas elecciones manchadas de sangre con el asesinato de 8 personas por nuestras mal llamadas “élites nacionales”. Ahora se pregunta en redes sociales y en TVsur si el asalto al Canal TCTelevisión de Guayaquil, que ha causado conmoción nacional y pánico en las grandes ciudades del país, no ha sido un show preparado de antemano… Todo es posible en mi querido país, lastimosamente.

               Para los cristianos y los hombres y mujeres de buena voluntad, nos ilumina la Palabra de Dios que nos dice mediante san Pablo: “Las raíces de todos los males está en la ambición del dinero”. Juan Bautista sigue orientando a los militares: “No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con su sueldo”. El profeta Isaías sigue gritando: “¡Pobres de aquellos que dictan leyes injustas y ponen por escrito los decretos de la maldad! ¡Dejan sin protección a los pobres de mi país, roban a los pequeños de sus derechos, dejan sin nada a la viuda y despojan al huérfano!” El apóstol Santiago denuncia: “Ahora les toca a los ricos: lloren y laméntense… Han conocido sólo lujo y placeres en este mundo, y lo pasaron muy bien, mientras otros eran asesinados”.

               En días recientes advirtió el papa Francisco: “La medida de una civilización se ve por cómo se trata a los más vulnerables… La solidaridad, además de ser una virtud moral, es una exigencia de justicia, que requiere corregir las distorsiones y purificar las intenciones de los sistemas injustos, también mediante cambios radicales de perspectiva en el compartir los desafíos y los recursos entre los hombres y entre los pueblos… Combatir la plaga de la corrupción, los abusos de poder y la ilegalidad". Hace falta más coherencia y profetismo en los que nos decimos cristianos y los que pastorean a las Iglesias.

En la actual realidad ecuatoriana, todas y todos necesitamos arrimar el hombro para lograr las transformaciones necesarias y urgentes. Individualmente, debemos vivir en la sencillez, la fraternidad, el compartir y la ayuda mutua. La tarea es también colectiva, porque es en grupos y comunidades que podemos entender, vivir y actuar mejor. Pongámonos como prioridad informarnos y formarnos mejor para ser más conscientes, organizados y valientes. Espiritualmente, tenemos que encontrar en la fe y el humanismo el ánimo necesario para vivir mejor personalmente y construir juntos un Ecuador de fraternidad y de progreso. Socialmente, unámonos a las personas y organizaciones que estén en esta dinámica. ¡O nos salvamos entre todos o nos perdemos irremediablemente!

 

3.      LOS SACRIFICADOS SOBRE EL ALTAR DE LA PATRIA, Pedro Pierre

Comenzaré recordando la frase de Dios a través del profeta Isaías: “Te tengo grabado en la palma de mis manos”. Dios nos tiene grabado a todos -o como dice el papa Francisco: “Todos, todos y todos”- en la palma de sus manos y en  el interior de su corazón… Digo eso porque, en nuestros días, hay demasiada maldad en nuestra patria.

Para resolver los problemas de la delincuencia, la violencia callejera, los asesinatos, el tráfico de drogas, o el fin de los grupos narco-terroristas, unos piden la pena de muerte, otros el libre porte de armas, otros el regreso de ‘salvadores’ como Pinochet o León Febrés Cordero, otros la intervención del ejército norteamericana. Estas actitudes me pareces bastantes perversas y cobardes. Esconden el fracaso de estas personas que no han podido o no han colaborado a construir un Ecuador de justicia y fraternidad. Tienen poca dignidad personal y poco orgullo nacional porque creen que aquí nadie, como persona o como grupo, sea capaz de ayudarnos a todos a ser un Ecuador mejor, equitativo y en paz.

Después de unas 2 semanas de intervención de las fuerzas armadas y policiales con derecho a matar, uno de los resultados es el arresto de unos 1,500 jóvenes. ¿Por qué no están perseguidos y castigados los verdaderos traficantes de drogas -los de ‘cuello blanco’- que se encuentran tranquilos y felices en otros países, en algunos ministerios de los 2 últimos gobiernos, en las instituciones judiciales o en la misma policía y ejército? Por otra parte el maltratado a jóvenes apresados es evidente: En Esmeraldas uno falleció, tal como lo denuncia valientemente el obispo de la ciudad.

Es cierto que hay que combatir y detener la actual situación de tráfico de drogas, violencia mortal, sicariatos, robos, extorsión… Es cierto también que los autores de tales delitos deben ser castigados; por eso están las leyes existentes y los decretos presidenciales. Pero falta subsanar lo más importante que resumiré en 2 aspectos: el desempleo y el quemeimportismo.

Comencemos por el desempleo. ¿Por qué tantos jóvenes desde 2 décadas o más se dedican cada vez más al tráfico de drogas? Simplemente porque no encuentran más alternativa. No tienen oportunidades de trabajo, muchos viven en casas indecentes, comen mal, no tienen acceso a una atención sanitaria y educativa satisfactoria… Se sienten juzgados y condenados porque los últimos gobiernos desatienden estas responsabilidades suyas y porque la mayoría de los ciudadanos nos reclamamos la vigencia de sus derechos básicos. Más bien apoyamos y hemos votado por un sistema económico y político que destruye estos derechos por concentrar más privilegios y riquezas en una minoría de personas que nos mienten, nos engañan y terminan matando a nuestra juventud. Somos cómplices y encubridores de la delincuencia de nuestros jóvenes, porque no trabajamos a la vigencia de los derechos elementales que les corresponden, como es el empleo el primero de ellos.

Pasemos al quemeimportismo. ¿Quién de nosotros, cuando niño o adolescente, no hemos realizado alguna travesura o, digamos, tal vez alguna fechoría más grave? ¿Cómo se han portado nuestros padres? Han tenido 2 actitudes. Por una parte, nos han dado el merecido castigo para que nuestro cuerpo se acuerde que tiene que haber respeto a un orden convivial. Por otra parte, siendo padres y madres, y dejando pasar algo de tiempo, nos han vuelto a aconsejar, nos han abrazado y han continuado de amarnos. Para un padre y una madre no hay hijos malos, sino sólo hijos y siempre hijos.

Cuando los problemas son nacionales como en este momento, está de por medio “la madre patria”, que debe tener estas mismas actitudes de nuestros padres: la corrección, la educación y el abrazo. La ‘madre patria’ somos todos nosotros junto a nuestras autoridades. ¿Por qué hoy es la patria, -o sea, todos nosotros-, sólo la que corrige y castiga sin piedad, hasta matar a veces? ¿Por qué hoy es la patria, -o sea, todos nosotros-, tan poco educadora y testimonio ejemplar? ¿Por qué hoy la paria, -o sea, todos nosotros-, se ha olvidado tanto de amar y abrazar a jóvenes que tanto lo necesitan? ¡Cuánto quemeimportismo entre nosotros y nosotras! ¡Qué perdida de humanidad en nuestras relaciones! ¡Qué poca inteligencia para entender que Ecuador somos una sola familia! ¡Qué pobre corazón el nuestro cuando descuidamos los mejor de una nación: nuestros hijos menores, adolescentes y jóvenes! ¡Qué tan bajo en la animalidad hemos caído! ¡Qué poca fe cristiana es la nuestra, traicionando así el rostro amoroso de Dios como padre y madre!

El futuro lo preparamos nosotros hoy, los amasamos nosotros hoy, los sembramos nosotros hoy, junto a nuestros niños, adolescentes y jóvenes: ¿Acaso no son ellos los frutos de nuestras entrañas? Ecuador es en este momento un país fallido, porques estamos fallando nosotros los adultos. Y ¡feliz año! seguimos diciendo a diestra y siniestra. Somos unos hipócritas y cobardes si dejamos a nuestros jóvenes siendo maltratados, humillados, muertos, sin consejos ni abrazos. ¿Qué más que desesperación pueden sentir en su desgracia? Esa es la conmoción nacional que deberíamos sentir en estos momentos. ¿Cuándo vamos a perder el miedo a ser verdaderamente humanos, es decir, a ser nuevamente hermanos, hijos e hijas todos y todas de la única patria ecuatoriana? ¿A quiénes se está ‘sacrificando’ actualmente en el altar de la patria: los jóvenes presos de las drogas? ¿Y por qué no a los cobardes, los qumeimportistas, los hipócritas, los cómplices, los encubridores, los altos responsables? ¿No tendríamos que ‘sacrificarnos’ todos y todas un poco más sobre el suelo patrio? O bien ¿es que Dios va a desaparecer el tatuaje de nuestros nombres que tiene grabado en la palma de sus manos y al interior de su corazón?

Nota: Carta de un amigo brasileño.

“Asustan las noticias que llegan aquí desde Ecuador: un país incapaz de controlar a las milicias narcotraficantes. Sabemos bien que la "guerra contra las drogas" es poco más que un pretexto para mantener el dominio imperial estadounidense, pero quienes pagan el precio son los pobres, especialmente los jóvenes. Sientan nuestra solidaridad como una mano que se junta para darles un poco de fuerza.”

 

4.      VIVIR Y MORIR POR UNA CAUSA NOBLE, Pedro Pierre

Cada vez más personas y colectivos se levantan para denunciar los abusos de ‘la guerra’ contra los jóvenes ecuatorianos pobres: Madres de jóvenes arrestados y maltratados, otros grupos denuncian irrespeto a los derechos humanos, el obispo de Esmeraldas denuncia la muerte de un joven apresado, responsables barriales reconocen decenas de desaparecidos, ausencia de informaciones sobre los lugares de detención, la muerte de 13 personas el primer día de las operaciones conjuntas de la policía y el ejército. ¿Y los demás días?

Nos matamos entre nosotros. Esto vale para los policías y los militares como para los grupos delincuenciales. “Un reino divido entre sí no puede subsistir”, decía Jesús. Y en su tiempo el profeta Isaías: “¿Para qué van a gastar en lo que no es pan y dar su salario por cosas que no alimentan?” Todo esto es una invitación para preguntarnos: ¿En qué me gasto la vida?

No faltan las personas y los grupos que nos dan ejemplo de vida entregada hasta la muerte por una causa justa, noble, grandiosa. Acabamos de enterarnos de la muerte de la senadora colombiana Piedad Córdoba que pasó su vida defendiendo los derechos humanos, trabajó incansablemente por la paz entre las guerrillas y el gobierno, defendió la dignidad de sus compatriotas negros… Chico Méndez en Brasil fue asesinado por defender la Amazonía, en Estados Unidos el pastor Martin Luther King por los derechos de los negros, Nelson Mandela en África del Sur por el fin de la colonización en su país, Mahatma Gandhi por la independencia de India, monseñor Oscar Romero por defender a los pobres de su país asesinados por el ejército salvadoreño, Ernesto Che Guevara por la liberación de Cuba, varios países de África, Bolivia, América Latina… No faltan colectivos internacionales que se dedican, hasta el don de la vida, por las causas de la paz, la salud, la educación, el agua, la ecología, la defensa de pueblos indígenas…

Por eso pregunto: ¿Por qué tantos jóvenes se dedican a apoyar el tráfico de droga, el sicariato, el robo, la extracción…? cuando se sabe que es una apuesta para la muerte, muchas muertes: muertes de los consumidores con tantos daños para sus familiares, muertes de personas inocentes por la espiral de la violencia, muertes en las bandas que se enfrentan por más territorio, muertes ahora de tantos jóvenes en manos de la policía y el ejército… mientras los verdaderos responsables viven tranquilos en urbanizaciones privadas y exclusivas o en residencias de lujo de Estados Unidos. “Sabemos bien que la guerra contra las drogas es poco más que un pretexto para mantener el dominio imperial estadounidense, pero quienes pagan el precio son los pobres, especialmente los jóvenes.” ¿Hasta cuándo permitiremos tales masacres?... hasta que desterremos el sistema neoliberal que nos gobierna y que, por inconsciencia, ignorancia, indiferencia y complicidad mantenemos vigente en nuestro país.

Monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, recientemente expuso en el cierre del XXVIII Congreso Interamericano de Educación su punto de vista sobre la situación actual de violencia en nuestro país.

“Cuando hablo de ese tema, vienen a mi mente todos los cientos de miles de niños que se encuentran en estas zonas sin estudio, sin trabajo, sin salud… ¿Qué van a hacer? Desde luego, no quiero justificar de ninguna manera, pero son condiciones que explican sus actuaciones… La violencia es un síntoma de algo más profundo… Comienza por la falta de educación, salud, vivienda y trabajo. Este es el caldo de cultivo donde fácilmente los grupos organizados hacen presa fácil a niños y jóvenes para convertirlos en sicarios y extorsionadores. Son problemas estructurales que vienen de décadas atrás, pueblos completamente abandonados y eso nos parte el alma. Quizá la principal causa, la más desafiante, es la pobreza.”

“Estamos llamados a vivir en un ambiente donde puedan encontrarse como seres humanos, como compañeros, amigos y porque no, como hermanos… Como Iglesia hacemos nuestra parte, pero sabemos que no es suficiente… ¿Qué pasa con los miles y millones de personas abandonados a su suerte?”

“Yo creo que debemos sensibilizarnos con hechos concretos, expresiones reales, de tal manera que no se quede en un sentimentalismo, una quimera, un sueño lejano porque al final las personas seguirán muriendo de hambre y nada haremos… Invito a las autoridades a ir a las causas de los problemas… Exhorto al Estado a invertir en salud, educación, vivienda y trabajo, para que las personas tengan los medios dignos para vivir como seres humanos y no busquen otras salidas. Invitamos a las entidades estatales y la sociedad civil a unir fuerzas, voluntades y corazones, para que las personas puedan recuperar la paz.”

El compromiso está claro: Es el de ‘las entidades estatales y el de la sociedad civil’, sabiendo que las unas, entidades estatales, son como ‘la cabeza’ y la otra, ‘la sociedad civil’ o sea todos nosotros, somos como ‘los pies’. En un cuerpo humano, la cabeza va adónde van los pies. Recordemos: ‘La cabeza piensa según el lugar donde pisan los pies’. Eso significa que nosotras y nosotros, como ciudadanos, tenemos la mayor responsabilidad: Conducir la cabeza adónde tiene que ir todo el cuerpo. Para lograr esto tenemos que estar organizados y capacitados. Si no tenemos información acorde a la realidad, somos como ciegos sin rumbo. Si no nos capacitamos para desvelar las causas de nuestras desgracias, siendo aquellas en la mayoría de los casos estructurales, seguiremos como borregos que nos llevan sin que nos demos cuenta, a la ‘casa de la esclavitud’ o a la ‘jaula dorada’ del capitalismo feroz. Nosotras y nosotros, conscientes, unidos, organizados y valientes, somos los actores del destino que nos merecemos, o sea, una vida digna, fraterna y equitativa. Tenemos a nuestra disposición suficientes talentos, sabidurías y oportunidades para lograrlo. Por eso nos dice el libro bíblico del Deuteronomio: “Puse delante de ti la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivan tú y tu descendencia”.

 

jueves, 31 de agosto de 2023

 

ARTÍCULOS DE JULIO

Con un saludo muy fraterno a todas y todos: Pedro Pierre.

  1. Organizar la ignorancia… es el gran trabajo del sistema neoliberal.

  2. Elecciones: El papa Francisco y la política… para sorprendernos positivamente.

  3. ¡Nos venden humo!… y lo comemos como pan caliente.

  4. El problema somos nosotros y nosotras… y la solución también.

  1. ORGANIZAR LA IGNORANCIA, Pedro Pierre.

He aquí otra característica del sistema neoliberal que nos organiza, o más bien, que nos desorganiza. Una de sus mayores perversidades es justamente ‘organizar la ignorancia’. Lo hemos visto con el gobierno de Lenin Moreno. Lo primero que hizo en ese sentido fue cuando pidió la asesoría del FMI (Fondo Monetario Internacional): reducir drásticamente el presupuesto de la educación, dejar de pagar a los maestros y profesores sin contrato permanente, reducir el presupuesto del desayuno escolar, quitar las ayudas para los arreglos de los edificios escolares, suspender la formación de maestros y profesores, detener el nombramiento de nuevos educadores, permitir el cobro de matrículas y otros gastos más…

Así hemos llegado al desastre educativo actual: la deserción escolar porque los padres no pueden pagar los gastos escolares, cierre de escuelas o la suspensión de materias o por la no renovación del material necesario, atraso en la entrega de diploma por falta de personal o cobros indebidos, aumento del número de estudiantes de los sectores populares que pueden entrar a la universidad o tienen que suspender sus estudios por supresión de becas, por otra parte desempleo de maestros y profesores que hacen de taxistas en carros alquilados… La conclusión nos la da Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.

El sistema neoliberal multiplica la ganancia a costa de la marginación y explotación de los pobres debidas al bajo nivel escolar. No quiere gentes preparadas intelectual y profesionalmente que reclamen sus derechos, que emprendan actividades profesionales, que investiguen caminos alternativos de economía solidaria. No le importa a un gobierno neoliberal que los pobres no puedan salir de la pobreza por falta de educación. Prefiere que se hundan en la violencia que el mismo sistema permite y fomenta.

Por este motivo decía Helder Cámara, gran obispo de Brasil y mentor de la Iglesia de los Pobres en América Latina, habló sobre las protestas violentas y los levantamientos de los pobres que no encuentro caminos para educarse ni alimentarse: “Hay tres tipos de violencia. La primera, madre de todas las demás, es la violencia institucional, esa que aplasta y humilla a millones de hombres, violencia con ruedas silenciosas y bien engrasadas. La segunda es la violencia revolucionaria que surge del deseo de abolir la primera. La tercera es la violencia represiva, que se convierte en auxiliar y cómplice de la primera violencia, la que engendra todas las demás. No hay peor hipocresía que llamar violencia sólo a la segunda, pretendiendo olvidar la primera que la engendró y la tercera que la niega.” Martín Luther King, el líder de los negros norteamericanos, decía en el mismo sentido: “La protesta es el lenguaje de los que no se quiere escuchar”. Por eso el papa Francisco clamó recientemente: “No dejemos robar a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor". La educación es para humanizarnos y hermanarnos.

Todo esto nos ayuda a evaluar los candidatos del proceso electoral que está en marcha: ¿Qué dicen sobre la educación? ¿Qué proyecto tienen para aumentar el presupuesto del ministerio de educación? Nos marean con soluciones ilusorias para eliminar la violencia, pero no señalan las causas. Una de las causas de la actual violencia es la falta de oportunidades para crecer en educación intelectual y profesional.

En días recientes, se nos comunicaba unos 10 caminos para crecer en educación y sabiduría. Estos son los siguientes: 1. Aprender a crecer con la sabiduría y los procesos de los pueblos. 2. Dejarnos mover por la utopía: generar alternativas y ser personas alternativas. 3. “Sin visiones nos perdemos”: mover y renovar nuestra mirada. 4. Creer en lo pequeño y crear con lo pequeño. 5. La sabiduría ancestral nos guía hacia el convivir armonioso. 6. Los conocimientos nos guían hacia el desarrollo humano integral. 7. La educación escolar nos abre al grito de los pobres, al susurro de las mujeres y a la voz de la Madre Tierra. 8. Las capacitaciones hace fluir la verdad y la bondad en un contexto de mentira y maledicencia. 9. La profesionalidad nos da la auténtica autoridad que es cercanía, servicio y coherencia de vida. 10. Los estudios nos abren a los nuevos lenguajes de la comunicación virtual y la inteligencia artificial.

Conozcamos las cosmovisiones indígenas que nos abren a los nuevos horizontes del Bien vivir personalmente, el Bien actuar colectivamente, la Vida buena de las utopías de nuestro continente de “la Tierra sin Mal”, porque las utopías son la motivación de una vida con sentido y felicidad. Exijamos educación gratuita ya que la Constitución señala el mínimo del presupuesto para la educación y que no se respeta, porque para eso pagamos impuestos. Denunciemos la perversidad de un sistema que nos quita el derecho a la educación gratuita desde la escuela primaria hasta los institutos de investigación. Es hora de luchar y luchar juntos por nuestra verdadera dignidad.

  1. ELECCIONES: EL PAPA FRANCISCO Y LA POLÍTICA, Pedro Pierre. Julio 12.

En este tiempo de elecciones, es bueno para los cristianos recordar unas orientaciones del papa Francisco que nos ayuda a regresar a las fuentes de nuestra fe, es decir, el testimonio de Jesús y la práctica de las primeras Comunidades cristianas. Su primera carta encíclica de 2013, “La alegría del Evangelio” tiene, por un parte, fuertes condenas a sistema neoliberal que nos organiza y, por otra, hace llamados a los cristianos a sustituirlo. Podemos recordar ‘los 4 NO’ del papa: “¡No a una economía de exclusión!” porque “la economía mata y Dios dijo ‘No matarás’”; “¡No a la idolatría del dinero!” porque se trata de “la dictadura de la economía”; “¡No a un dinero que domina en lugar de servir!”, porque se trata de un “rechazo de la ética y el rechazo a Dios”; “¡No a la inequidad que genera violencia!”, porque la violencia de los ricos y de un sistema injusto está al origen de la violencia de los pobres. Luego el papa retoma una frase del papa Benedicto 16: “la Iglesia ni puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia” e insta a todos los cristianos, pero también a los sacerdotes, a preocuparse por la construcción de un mundo mejor.

Otra de las intervenciones del papa Francisco que llama la atención es su ‘Mensaje por la paz’ del 1 de enero de 2019, donde nos habla de la importancia del compromiso político. El tema era: “La buena política al servicio de la paz”. El papa afirma que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. Creo que en Ecuador hemos llegado a esta “opresión, marginación e incluso de destrucción”.

¿Qué remedios nos propone el papa Francisco? Primero nos habla de la importancia de la política y de la necesidad de implicarnos en ella: “Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Como subrayaba el Papa san Pablo VI, «tomar en serio la política en sus diversos niveles -local, regional, nacional y mundial- es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad». En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.”

La política, según el papa, es “el compromiso por el bien común… Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa, que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad… A este respecto, merece la pena recordar las ‘bienaventuranzas del político’: Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente. Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo.”

Después de enumera los vicios de la mala política, el papa habla también de “la buena política (que) promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro. Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro… Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales.”

Termina el papa su mensaje con la invitación a “recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María canta en nombre de todos los hombres: «El Todopoderoso hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes».”

Sobre este compromiso político de la fe, también podemos recordar el mensaje del papa en Bolivia, en 2015, cuando se encontró con las Organizaciones populares: “Hablamos de la necesidad de un cambio, un cambio de estructuras, para que la vida sea digna… La política está fundamentalmente en manos de los pueblos… Las «3-T»: Tierra, Techo y Trabajo para todos son un proyecto-puente de los pueblos. ¡Rebélense contra la tiranía del dinero! ¡Sean solidarios! ¡Revitalicen la democracia! ¡Sean austeros! ¡Huyan de la corrupción!”. El papa retoma esta misma temática en 2016, cuando califica al sistema capitalista de “terrorista” … que debe ser “cambiado”.

Las palabras del papa son un desafío para los cristianos y para ‘los hombres y mujeres de buena voluntad’. ¡Sepamos, en estas elecciones, escuchar esta voz del papa y aportar nuestro granito de arena para un Ecuador mejor!

3. “¡NOS VENDEN HUMO!”, Pedro Pierre

Es lo que pasa en todas las campañas electorales: hacer promesas que, en muchos casos, no se cumplirán. “¡No venden humo!” porque estas promesas, en la mayor+ia de los casos no se pueden cumplir. El desafío es discernir ‘cuándo nos venden humo y cuando no’. El caso del actual gobierno es patente. Nunca se había visto hasta ahora un gobierno que, sistemáticamente, no haga obras sociales: Ni se utiliza el presupuesto asignado porque el ministro de economía no lo entrega. ¿Por qué motivo se da esto? Es muy sencillo: En nuestro país, se está aplicando estrictamente el sistema neoliberal y para eso el gobierno obedece a las orientaciones del FMI (Fondo Monetario Internacional). El FMI hace o ha hecho préstamos y exige que se pagan sin ningún retraso. Entonces se guarda el dinero en reserva para que se pague a tiempo los intereses de las deudas contraídas.

Pero el gobierno, apoyado irrestrictamente por los grandes medios de comunicación y por la represión policial y militar, no es el único culpable. Mucha gente está creyendo ciegamente que ‘la política es sucia’ y que no tenemos que meternos en ella… Es justamente lo que quieren el gobierno y los partidos políticos que lo apoyan o que quieren alcanzar el poder y continuar con el sistema neoliberal. Así nos van engañando, nos van manipulan, nos van ‘vendiendo humo’ … para seguir gobernándonos para el beneficio de ellos y a costa nuestra.

‘Nos venden humo’ todos los candidatos que apoyan el sistema neoliberal porque es un sistema construido por los grandes ricos para conservar su capacidad de acumular riquezas sin límite. Por eso también quieren que no nos interesemos en la política afín que ellos sigan sin problemas siendo cada vez más ricos. Tradicionalmente la jerarquía católica y el clero en general han estado ligados a los ricos y a sus gobiernos, y han utilizado la religión y el púlpito para machacar que ‘los cristianos no se deben meter en política’ … aunque sin nunca explicar por qué motivos, explicándonos que Jesús y la fe en él son exclusivamente relacionados a lo espiritual, al cielo y a la salvación después de la muerte.

En la Iglesia católica, las cosas han comenzado a cambiar con el Concilio Vaticano 2°, esta reunión de unos 1,400 obispos de todo el planeta, convocado por el papa Juan 23 en 1961 para actualizar el pensamiento y la misión de la Iglesia. Esta reunión tuvo 4 sesiones en los años 1962 a 1965. La gran novedad fue la invitación a regresar a la persona de Jesús, su vida, su mensaje y su misión al servicio del Reino. La Iglesia debe ser un testimonio colectivo de la vida, del mensaje y de la misión de Jesús…. Dijo el Concilio que la primera misión de la Iglesia era la de Jesús, es decir, la construcción del Reino, o sea de la fraternidad y que no hay fraternidad sin igualdad. ¡Menudo compromiso que todavía no ha sida captado por un número significativo de obispos, sacerdotes y laicos! En el Concilio lo obispos dijeron que la Iglesia era ‘Pueblo de Dios’ y no solo jerarquía o clero. Además afirmaron que el Pueblo de Dios en su conjunto tenían un ‘sentido correcto de la fe’ que debía ser escuchado y asumido por la jerarquía.

Resumiéndolo, diremos que su mensaje principal fue: “Seamos una Iglesia pobre y servidora a la manera de Jesús”. Reapareció la importancia de todos los bautizados para reconocer lo que nos decía Dios y Jesús en los tiempos actuales para hacer presentes el Reino de Dios en la vida cotidiana, social, económica y política. El Concilio, que es la máxima autoridad en la Iglesia católica, proclamó que la Iglesia en general estaba al servicio del Reino, o sea, de la humanización de las personas y de la fraternidad universal. Eso era su primer servicio, imitando a Jesús.

La novedad de estos tiempos es el testimonio del papa Francisco que nos invita a volver al Concilio Vaticano 2°, continuar sus orientaciones y actualizar sus intuiciones: Ser servidores del Reino y conformarnos en una pobreza que es solidaridad con los pobreza y eliminación de la miseria. Por eso ha lanzado en gran proyecto de la ‘sinodalidad’. La sinodalidad quiere ser un regreso a las fuentes del cristianismo, un volver a Jesús y a su misión del Reino, un seguimiento de las prácticas de las primeras Comunidades cristianas. El bautismo es el gran motivador de estas opciones porque nos hace a todos iguales e igualmente responsables, porque hemos sido marcado por la unción del crisma que nos hace a todos ‘profetas, sacerdotes y reyes-pastores’.

Esta renovación eclesial nos plantea enfrentar el compromiso político de nuestra fe. Si la política es fundamentalmente el servicio de bien común para el bienestar de todas y todos, es también el compromoso de todos los ciudadanos, en particular de los cristianos que son, según la palabra de Jesús, “sal, luz y fermento” de un mundo nuevo conforme a los valores del Reino: la hermandad universal.

En nuestro Ecuador mayoritariamente cristiano, si seguimos la manera de vivir de Jesús, su mensaje y su misión al servicio del Reino, como también el testimonio de las primeras Comunidades cristianas, estaríamos mucho más empeñados a comprometernos por la fraternidad sin frontera, la superación de la miseria, la lucha contra las desigualdades, la defensa de los derechos humanos… Todos estos compromisos son íntimamente relacionados con una política al servicio del bienestar de todos… De esta manera, los gobiernos neoliberales y los malos políticos no se dedicarían a “vendernos humo” con tanta facilidad.

4. EL PROBLEMA SOMOS NOSOTROS Y LA SOLUCIÓN TAMBIÉN, Pedro Pierre

La situación del Ecuador es de las más catastróficas. La falsa solución es, por un parte, echar la culpa a los demás y, por otra, esperar que la solución venga de algún salvador. Ahora es una evidencia, “¡con Correa estábamos mejor y mucho mejor!”. Pero ahora ni Correa ni la Revolución Ciudadana nos van a salvar inmediatamente del caos actual. Eso no se podrá hacer sin la participación activa y organizada de todos nosotros y nosotras. La razón de esto es sencilla: Somos nosotros que hemos permitido estar cómo estamos. Claro, Lenin Moreno nos ha traicionado, pero no solo lo hemos dejado continuar traicionándonos, sino que, al aprobar la consulta popular del ‘7 veces SÍ’, lo hemos confirmado en su traición. Luego hemos repetido el mismo error con Guillermo Lasso al votar por él o al votar nulo. Después de su elección, que califico de fraudulenta, hemos aceptado que siga de presidente. También hemos dejado que venga y siga el FMI (Fondo Monetario Internacional) para imponernos el neoliberalismo que descuida la salud y la educación, se despreocupa de arreglar las carreteras, privatiza la mayoría de las grandes empresas nacionales y termina fomentando y entregando el país a las multinacionales (¡ya es realidad para las Islas Galápagos!), a las mafias internacionales del narcotráfico y a la delincuencia organizada (miremos las cácele). De todo esto, por nuestra indiferencia, pasividad y complicidad, somos responsables por omitir de impedirlo. Nosotros somos el problema del Ecuador tal como está. Pero también somos la solución si así lo queremos, en particular con las próximas elecciones si votamos por quienes son capaces de reconstruir el país con nuestra colaboración decidida.

Los cristianos tenemos a nuestra disposición unas 3 opciones para aportar nuestra colaboración para otro Ecuador posible y urgente, porque Jesús de Nazaret ha venido para una salvación y una liberación que comienza en esta tierra y en nuestro país gracias a nosotras y nosotros.

La primera alternativa es la conocida ‘opción por los pobres’ que es triple compromiso: opción por las causas de los pobres, opción por la pobreza digna y opción contra la miseria. Se trata de seguir el ejemplo de Jesús de Nazaret que ‘siendo rico se hizo pobre’ y asumió las causas de los pobres para jacer retroceder la miseria e implantar una pobreza digna. La pobreza digna es una opción de vida sencilla, solidaria e igualitaria. En este asunto el problema no es la pobreza, sino la riqueza que es la acumulación de bienes a costa del empobrecimiento de los demás: la riqueza es el resultado del despojo de otros, porque les quita lo les pertenece por derecho. Somos pobres dignos cuando vivimos sencillamente, es decir, con lo necesario, cuando compartimos y cuando no explotamos a nadie. Somos ricos y condenados por Jesús cuando acumulamos bienes innecesarios, cuando no compartimos y cuando explotamos a los demás. Las desigualdades son creadas por la acumulación de bienes: Traen pobreza, o sea miseria, desempleo, robo, delincuencia, migración y corrupción. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para saber reconocernos cuando somos pobres dignos y cuando somos ricos despojadores de los demás. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha violencia que nos destruye a diario.

La segundo alternativa es la construcción del Reino de Dios en la tierra, aquí y ahora. El Reino no es primero del cielo o para el cielo, sino para nuestra tierra, nuestro país, nuestro lugar de vida, nuestra familia y nuestra misma vida personal. En su Carta pastoral “Todos somos hermanos y hermanas”, el papa Francisco lo califica de “fraternidad sin frontera, amistad social, amor político y fe liberadora”. El Reino es la organización de esta ‘fraternidad, amistad, amor y fe’ en nuestra vida diaria, personal, profesional, social y políticamente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos construyendo el Reino, o sea, la fraternidad y la paz social, y cuánto las estamos destruyendo. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos destruye a diario.

La tercera alternativa es la vida en comunidad. Estamos hechos para vivir en comunidad. El individualismo, la indiferencia y la pasividad colaboran para nuestra autodestrucción y nuestra desgracia. Felizmente nuestras raíces ancestrales valoran mucho nuestra dimensión comunitaria: Somos humanos cuando somos hermanos solidarios. Eso es nuestra identidad de personas y de pueblo latinoamericano. Si no, nos degradamos, nos destruimos personal y colectivamente. Colaboramos al caos y a la catástrofe en la que nos hundimos irremediablemente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos viviendo comunitariamente o cuánto colaboramos con el individualismo destructor. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos deshumaniza a diario.

La solución de los problemas sociales y personales están en nuestras manos y a nuestro alcance. Depende de nuestra decisión personal, de nuestra voluntad individual: pobreza digna, hermandad universal y dimensión comunitaria. Este proyecto colectivo comienza con el compromiso de cada uno. ¿Estará en el programa de algunos candidatos del actual proceso electoral? Si no está, ¿qué esperamos para incidir en las promesas de campaña?… pero todo comienza por nosotros y nosotras, porque ‘nosotros somos la solución’, desde nuestra pobreza digna, nuestra fraternidad alegre y nuestra organización creciente. Si queremos un Ecuador mejor comencemos dando un primer paso. Así empezará a hacerse realidad. El éxito está en empezar.


Artículos de agosto

 

A R T Í C U L O S    D E     A G O S T O

Amig@s y compañer@s de camino: Buenos días, esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de agosto.

  • Resistir y sustituir, pero juntos… son los 2 caminos del verdadero cambio.

  • ¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!… Esa es la misión de todo ser humano.

  • Votar sin ‘botar’ su voto… apoyando un proyecto de vida con la Revolución Ciudadana.

  • Resultados electorales: perspectivas y desafíos… en medio de un grand caos.

  • ¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita!

  1. RESISTIR Y SUSTITUIR, PERO JUNTOS, Pedro Pierre

Frente a los desafíos actuales hay dos opciones que nos permiten enfrentarlos y empezar a superarlos: Es la resistencia y la sustitución de los mismos. Estas dos opciones serán ya efectivas a corto plazo si las realizamos juntos. El compromiso tiene que empezar siendo individual, pero debe apoyar en acciones colectivas, ya que los problemas son a la vez individuales y colectivos.

En la actualidad, el mayor desafío es la inseguridad por la violencia que se ha generalizado a partir del narcotráfico que lo quiere controlar todo para actuar a sus anchas al nivel nacional. Esta situación de narcodelincuencia organizada se da en un contexto de campaña electoral. Nos sentimos bastantes impotentes porque el mismo gobierno y muchas instancias estatales han pactado con el narcotráfico internacional y los grupos nacionales de delincuencia. Eso vuelve la tarea más compleja y difícil de superar rápidamente.

Tenemos que reconocer que el gran beneficiario del narcotráfico es el sistema capitalista que, de esta manera, aumenta las ganancias de los más ricos, de las grandes multinacionales y de sus bancos. Ya san Pablo en su carta a los Efesios nos advertía: “No nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”. Podríamos resumir diciendo: ‘Nos enfrentamos al imperio del mal de los de arriba’. Este imperio del sistema capitalista neoliberal nos domina, nos atemoriza y nos despoja hasta de nuestros derechos… gracias todas sus complicidades estatales nacionales y locales, incluyendo nosotros mismos. La lucha, además de ser individual, tiene que ser colectiva, organizada y valiente. Incluye necesariamente la dimensión política porque se trata de rescatar y promover los ‘bienes comunes’ que permiten vivir y convivir humanamente.

Relacionando esta realidad con las elecciones nacionales, tenemos que ir reconociendo que los mayores responsables de la desgracia actual son los dos últimos gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Para elegir correctamente, tratemos de discernir, por una parte, cuáles son los partidos que promueven el sistema capitalista (y son la mayoría) y, por otra, cuáles son los candidatos que han sido parte de estos gobiernos, porque van a seguir la misma política desastrosa.

Frente a esta situación, nuestro compromiso es doble: resistir las mentiras y complicidades y sustituirlas por actitudes y cambios alternativos que construyan una nueva realidad al nivel personal, familiar, social y político. Si no entramos consciente y decididamente en estas dos dinámicas vamos a ir de mal en peor. Juntemos entonces las resistencias y las alternativas, dejando de lado la indiferencia, el individualismo y la pasividad. Si no nos dedicamos a luchar, ya hemos perdido todas las batallas. La mística, la fe y la solidaridad nos hacen más fuertes, más humanos y más hermanos, y nos abren caminos de verdadera convivencia.

‘Resistir’ es la primera actitud. En años recientes nos ha encantado y animado la canción “Resistiré”, que nos invitaba no solamente a gritar nuestra disconformidad sino a cambiar modos de vivir personales, colectivos y nacionales. Principalmente tenemos que resistir al individualismo y al consumismo que fomentan la pasividad. Los medios de comunicación y las instituciones educativas y religiosas nos llevan lastimosamente al individualismo porque porque promueven a competencia a toda costa. Nos hacen creer que ser primero en contra y a costa de los demás es la meta absoluto, en vez de enseñarnos a aprender juntos, a hermanarnos entre todos, a convivir armoniosamente, a ayudar al más débil, a ser una comunidad viva.

En cuanto al consumismo, se nos hace creer que la felicidad está en la acumulación de bienes. Esta acumulación nos da la ilusión que vamos a ser felices. A la larga más bien terminamos más esclavos de las cosas que tenemos. Ademas esta acumulación de cosas nos aísla de los demás y nos encierra en el individualismo. Erróneamente nos creemos superiores a los demás: Volvemos a la competencia ridícula y dañina para todos y todas. Vencer estas limitaciones nos exige no solamente resistirlas sino sobre todo sustituirlas. Es la segunda exigencia.

Las malas situaciones no cambian si no las sustituimos. De diversas manera todas y todos estamos empeñados en eso: Sustituir lo que nos limita e impide nuestra crecimiento individual y colectivo. Ahí nos topamos a la resistencia de la organización social que es obra de la política capitalista, con nuestra aprobación de las autoridades y legisladores que elegimos. Nuestras resistencias deben llagar a la sustitución. Entramos necesariamente en al nivel político, que es precisamente la organización de la convivencia armoniosa. La dificultades provienen del hecho que, muchas veces, somos novatos y desconfiados, porque la mayoría de los políticos buscan su interés individual y se nos ha repetido que la política es sucia y que los cristianos no debemos meternos. Felizmente, esta equivocación empieza a retrocedes por el hecho de darnos cuenta que todos estamos involucrados en ella, consciente o inconscientemente: la buena política es fundamentalmente incidir positivamente en nuestra organización social. Mejoremos entonces nuestra capacidad de influir de buena manera en nuestra organización social.

Por otra parte no basta cambiar lo que sería algunos defectos del sistema capitalista que nos organiza, sino ir a la raíz. El sistema capitalista es esencialmente perverso porque pone a las personas al servicio del enriquecimiento de una minoría que termina viviendo y creciendo a expensas de los demás. Ayudémonos a resistir y sustituir, individual, colectivamente y poco a poco, todo lo que nos limita y destruye: Esta construcción de la fraternidad nos hará verdaderamente feliz. ¡A resistir y sustituir!

2. ¡BRAVO, PORQUE ESTÁS HACIENDO CRECER LA VIDA!, Pedro Pierre

Esa es la frase que escuché al final de una conversación entre un animador de organizaciones sociales y un ingeniero en construcción. Hablaban de sus actividades, de las dificultades que encontraban, del entusiasmo que ponían en sus respectivos trabajos. El ingeniero terminó felicitando al animador social: “¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!” Pensé entre mí: ¿No será esta la tarea y la misión de cada ser humano? Hacer crecer la vida en todo lo que hagamos con entusiasmo en medio de las dificultades. Muchas veces asumimos un sinnúmero de actividades, limitándonos a un crecimiento material o profesional, sin saber bien a qué sirve ni a quién, preguntándonos por qué existimos y para qué vivimos. Allí está la respuesta: ¡Hacer crecer la vida, toda vida, juntos, sencillamente y sin desmayar!

En estos tiempos de elecciones es bueno preguntarnos cómo hacer crecer la vida en la situación actual de nuestro país. Con los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso hemos experimentado un proyecto de muerte, de traición, corrupción descarada, destrucción de la naturaleza e empobrecimiento creciente de la mayoría de los ecuatorianos. Con la decisión de disolver la Asamblea legislativa por el presidente Lasso, estamos en una situación parecida a la de un partido de futbol catastrófico detenido por el árbitro en el medio del segundo tiempo. El primer tiempo era dirigido por el técnico Lenin Moreno asesorado por Guillermo Lasso y el segundo tiempo por el mismo Lasso. Nos damos cuenta que se trata no sólo de detener un partido, sino de cambiar las reglas del juego para salir del desastre de un juego descabellado y peligroso para los jugadores. Lastimosamente en esta campaña electoral todos los candidatos, menos el binomio de la Revolución Ciudadana, están por la continuidad de la reglas que benefician una minoría de ciudadanos ricos a costa del empobrecimiento de los demás. Es tiempo de votar por un cambio porque esta mayoría de candidatos sin partidos políticos ni programa alternativo no va a traer ningún cambio sino la continuidad de un modelo económico agotado. O seguimos con una economía capitalista que nos empobrece o buscamos progresar hacia hacia un compartir más equitativos de las riquezas nacionales como ya lo hemos experimentado durante los 10 años anteriores al presidente Moreno.

Con esta campaña electoral repetimos lo que pasó en Brasil con el presidente Bolsonaro el año pasado que quería asegurar la continuidad de un régimen opresor de los pueblos y destructor de la naturaleza. ¡Ojalá elijamos a un presidente parecido a Ignacio Lula da Silva! Cuando tenía lugar la campaña electoral brasileña, un grupo significativo de obispos escribió una carta iluminadora que orientaba el voto consciente y acertado. Comenzaban denunciando ‘una economía que mata’ y destruye la naturaleza, en particular en la Amazonía. Denunciaron que “vivimos durante cuatro años bajo el reinado de la mentira, el secretismo y la información falsa. Las fake news (noticias falsas) se han convertido en la forma ‘oficial’ de comunicación entre el Gobierno y el pueblo”… “Hay 2 proyectos para Brasil: uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, el otro comprometido con ‘la economía que mata’; uno que cuida la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, la cultura, otro que menosprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres”… “La Iglesia no tiene partido, ni lo tendrá nunca, pero tiene un lado y lo tendrá siempre: el lado de la justicia y la paz, de la verdad y la solidaridad, del amor y la igualdad, de la libertad religiosa y del Estado laico, de inclusión social y buen vivir para todos”… “Los ministros de la Iglesia no pueden dejar de tomar posición cuando se trata de defender la vida de los seres humanos y la naturaleza”… “No hay lugar para la neutralidad cuando se trata de decidir sobre dos proyectos para Brasil”… Nosotros en Ecuador bien podemos aplicar estas orientaciones al caso ecuatoriano y votar por un proyecto de vida contra un proyecto de muerte.

En cuanto a las elecciones de legisladores, debemos dar al nuevo binomio presidencial una mayoría legislativa que le permita lograr cambios significativos para empezar un cambio radical de la organización estatal y nacional. No podemos confirmar a legisladores que sólo buscan privilegios personales y se oponen a mejorar las condiciones de vida en la que nos encontramos la inmensa mayoría de los ecuatorianos.

La pregunta sobre la prohibición de la extracción petrolero en la zona amazónica del Yasuní es muy importante. Nos damos cuenta cada vez más que el cambio climático por la destrucción de la naturaleza nos está trayendo consecuencias desastrosas. Proteger la naturaleza y defenderla es un deber impostergable. No se puede seguir destruyendo la Amazonía y sus pueblos en el territorio ecuatoriano. Por eso el ‘SÍ’ favorecerá la protección de la Amazonía y de sus pueblos, abrirá un futuro mejor para las generaciones venideras y obligará al gobierno implementar la creación de energías alternativas al petróleo, porque sí, hay energías alternativas al petróleo.

Nuestro país necesita un resurgimiento de gentes con buena voluntad decididas a colaborar por una vida mejor para todos. Es nuestra tarea de ciudadanos conscientes y organizados. Hagamos crecer la vida allí donde Dios nos ha sembrado. No desperdiciemos nuestro voto. Seamos en estas elecciones “sal, luz y fermento” del Ecuador que soñamos.

3. VOTAR SIN ‘BOTAR’ SU VOTO, Pedro Pierre

Desde 1979, al final de la dictadura militar, hemos elegido a los presidentes mediante nuestro voto ciudadano. Lo hemos hecho sea bien informados o mal informados, sea conscientes o manipulados. Elegimos votar o no votar, o preferimos el voto blanco o el nulo. Así hemos tenido a los presidentes que votamos mayoritariamente… pero cada vez con insatisfacción porque favorecían los intereses del grupo de los adinerados. >Primero se eligió a Jaime Roldós por nacionalista: ‘Primero Ecuador y sin los norteamericanos’. Esto no fue del gusto del ‘grupo adinerado’ ecuatoriano ni de la CIA (Central de Inteligencia norteAmericana) que lo eliminaron en un accidente aéreo que provocaron. Fueron muy satisfechos con Osvaldo Hurtado que firmó la primera “Carta de intención”, es decir, de sumisión, con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para que los capitales nacionales e internacionales dirigieran las políticas gubernamentales. Luego creímos en las promesas ilusorias de Léon Febrés Cordero que ofrecía ‘Pan, Techo y Empelo”: Terminó llenando de muertos al Ecuador. Pensamos después que la Izquierda Democrática con Rodrigo Borja tuviera un gobierno más favorable a la mayoría de los ecuatorianos, pero fue todo lo contrario. El regreso de los ‘grupos adinerados’ con Sixto Durán Ballén preparó el populismo de Abdalá Bucaram que fue defenestrado por estos mismos grupos. Después elegimos a los supuestos ‘independientes’ cuya mayoría fue sacada del poder mediante sendas manifestaciones callejeras… porque no respondían a nuestras necesidades básicas “Tierra, Trabajo y Techo”, tal como las resume el papa Francisco. Y apareció Rafael Correa, nacionalista y anti imperialista como Roldós, que se eligió y reeligió durante 10 años porque buscaba un Estado ecuatoriano al servicio de las mayorías ecuatorianas. La elección de Lenin Moreno terminó en la traición al adoptar el ‘programa neoliberal de Guillermo Lasso’, según las palabras del mismo Lasso… que ganó fraudulentamente las últimas elecciones presidenciales según el parecer de muchos analistas y gracias al voto nulo de los ‘enfermos anticorreístas’ envenenados por los grandes medios de comunicación nacionales. Para manifestar nuestra voluntad de un gobierno favorables a las mayoría votamos mayoritariamente por la Revolución Ciudadana en las últimas elecciones de febrero pasado.

Ese breve recorrido histórico nos demuestra que, mediante nuestro voto, marcamos un camino a seguir para los presidentes que nos mal gobiernan: Queremos un Estado nacionalista, antiimperialista y anticapitalista, contra las ambiciones de los ‘grupos económicos’ que quieren gobernar solo para sus intereses y los de Estados Unidos. Al asesinar al candidato presidencial Villavicencio, estos grupos económicos acaban de demostrar su decisión de lograr nuevamente la elección de un nuevo presidente capaz de desplazar la actual candidata de la Revolución Ciudadana cuando las encuestas de opinión muestran que puede ganar en primera vuelta. Habiendo demasiados candidatos del signo de ellos, eligieron eliminar a uno, para confundir a los electores y orientarlos a votar nuevamente a alguno de ellos. Para encontrar pistas para reconocer a quién mandó a matar a Villavicencio, tal vez sería bueno descubrir cuál es el grupo político, con la complicidad de la embajada norteamericana, que destila más odio anticorreísta, presenta soluciones falsas y hace promesas ilusorias. ¿Sabremos en estas próximas elecciones no dejarnos engañar ni permitir que haga fraude para cambiar los resultados a su favor? Las votaciones del próximo 20 de agosto nos lo dirán.

… Porque no hay más que 2 proyectos: El de la Revolución Ciudadana y el de los ‘grupos adinerados’ de siempre. Lastimosamente y como en la anterior elección presidencial, los que no votan, los que votan nulo o blanco y los que, como borregos, siguen las orientaciones de los grandes medios de comunicación, irán favoreciendo los propósitos de estos grupos adinerados de siempre. Son ellos los que fomentan la inseguridad y la violencia, la pobreza creciente y la migración masiva, los asesinatos de políticos y los muertos a diario, porque pactan con los narcotraficantes y los jefes de las bandas delictivas que se han tomado el gobierno, el Estado, las fuerzas armadas y policiales, y el país entero.

Por estas y otras razones, votar por un proyecto que toma en cuenta la solución de las necesidades mayores de los ecuatorianos es una necesidad si queremos salir del atolladero al que nos llevaron los ‘grupos adinerados’ de siempre. Por otra parte, votar por la Revolución Ciudadana y por el ‘SÍ’ a la pregunta que deje intocado al parque Yasuní, nos exige también votar por las y los asambleístas que presenta la Revolución Ciudadana afín que se restablezca el Estado de Derecho, la promoción del Bien Común y el respeto de la naturaleza. El resto es “botar nuestro voto” al tacho de la basura de los que nos empobrecen, nos persiguen y nos asesinan con sus proyectos de muerte. Votemos por un proyecto de vida que iremos promoviendo individual y colectivamente, porque votar es comprometernos a construir el proyecto que apoyamos con nuestro sufragio. Sepamos reconocer “los lobos disfrazados de ovejas” y “el árbol malo que produce malos frutos”. No tengamos dudas: “¡Con el diablo no se dialoga porque las hemos de perder!”, nos advierte el papa Francisco. ¡Feliz sufragio este próximo domingo!

4. RESULTADOS ELECTORALES, PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS, Pedro Pierre

Siempre las elecciones traen novedades porque proyectamos en los demás lo que pensamos y queremos. La conclusión que podemos sacar es que las dos terceras partes de los ecuatorianos no quieren cambiar la organización política y económica del país. Es bastante sorprendente cuando se califica la gestión del actual presidente como calamitosa. Estas dos terceras partes de los ecuatorianos piensan que los ricos nos van a salvar, o sea, no se dan cuenta que la colonización comenzada por los españoles continúa con los gobiernos de los ricos blancos, nuevos amos del país. Ni los indígenas escapan a esta realidad. Un luz en medio de esta fuerte neblina: la confirmación por 60% de los votantes de dejar el parque Yasuní fuera de la explotación petrolera.

Veamos las cifras de los resultados electorales. El correismo con la Revolución Ciudadana, lista 5, logra el primer puesto con Luisa González y Andrés Araúz el 33% de los sufragios y el 40% de los asambleístas. La unión contra el correísmo es casi 2 veces más fuerte ya que los demás binomios presidenciales se unificaron contra él. La doble sorpresa es, por una parte, la victoria para disputar la segunda vuelta del binomio de ADN (Acción Democrática Nacional). Alianza de las listas 4 y 35 (24% de los sufragios), con Daniel Noboa y Verónica Abad, que representan a la clase empresarial ecuatoriana, y, por otra parte, la elección de unos 30 asambleístas que conforman la segundo fuerza en el poder legislativo, del Movimiento Construye (MC 25) del asesinado candidato Fernando Villavicencio, María Paula Romo y Lenin Moreno. Este Movimiento Construye representa la extrema derecha fascista del Ecuador en la línea de Bolsonaro de Brasil, Uribe-Santos de Colombia y Pinochet de Chile.

En cuanto a los indígenas, la situación electoral es bastante desastrosa por las divisiones internas en la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y en su brazo político ‘Pachakutik’, lista 18, que no presentaron candidatos a la presidencia… debido a los pactos hechos con el gobierno de Guillermo Lasso tanto de los anteriores legisladores como del partido de Carlo Yaku Pérez (4% de votación nacional). El Movimiento Pachakutik sólo alcanzó unos 5 legisladores. El gran perdedor es Otto Sonnenholzner con 7% de los sufragios. El Partido Social Cristiano, lista 5 de Jaime Nebot que apoyó a Jan Topic (15% de votación), alcanzó sólo unos 5 legisladores. Hay que señalar las fallas de la votación electrónica que perjudicó a los migrantes residentes en el extranjero: Según las evaluaciones, sólo unos 10% votaron, lo que detiene el avance de la Revolución Ciudadana y los limita a tener sólo 3 legisladores en vez de 6...

La primera conclusión es que, con esas votaciones, estamos bastante lejos de un cambio para el país. El asesinato de Villavicencio logró que se detuviera el avance de la Revolución Ciudadana, prosperara la extrema derecha con Maria Paula Romo y la derecha empresarial del grupo Noboa que acumula la mayor riqueza del país gracias a salarios de miseria, pésimas condiciones de trabajo, contratación de menores de edad y deuda elevada con el SRI (Servicio de Renta Interna, o sea, impuestos). Esta desalentadora realidad se debe a las preferencias de los jóvenes que no tienen formación política, a los indígenas que siguen apoyando a sus seculares victimarios, a las mujeres que no se identificaron con Luisa González, a las y los que votaron nulos para favorecir la elección de Guillermo Lasso, y a los machistas que no quieren a una mujer como presidenta.

Lo menos que se puede decir es la situación crítica en la que se encuentra la Revolución Ciudadana frente a la segunda vuelta del próximo 15 de octubre: ¿Dónde encontrará los 17% de voto para hacer frente a las alianzas de la derecha (¡todos contra uno!), desafiar las mentiras y manipulaciones de la prensa y la televisión corruptas y ganar la presidencia? Los comentarios latinoamericanos lamentan el poco apoyo a la Revolución Ciudadana, recalcan el retroceso de una línea progresista y la profundización del espectro derechista en el país, anuncian tiempos difíciles para los sectores populares ya bastante golpeados desde unos 6 años, auguran el crecimiento de la privatizaciones (del Seguro Social en particular), el aumento de la migración, las pocas posibilidades de empleo para los jóvenes, un monto mayor para el IVA (Impuesto al Valor Agregado) y el alza de los combustibles, y consecuentemente la continuidad de la violencia e inseguridad.

Sigue vigente la comparación de la jaula dorada de la que los pájaros nacidos en ella no quieren salir a pesar de las puertas abiertas. El sistema neoliberal ha apresado a la gran mayoría de los ecuatorianos, convenciéndolos que necesitan de sus amos, para que asuman que fuera de ellos no hay alternativas, despreciando así las posibilidades de abrir caminos de libertad, progreso y felicidad. Las Iglesias aceptaron los privilegios que les regalan los gobiernos de turno y se acomodaron a la tranquilidad y la insolidaridad con los pobres cada vez más numerosos.

Inspirándonos en Leonardo Boff, pondremos una nota final esperanzadora frente a la pregunta: ¿Por qué tantos pobres votan por quienes se prometen hacerlos más pobres? ‘Del caos surgirá un orden nuevo. Así fue la historia de la humanidad. De sus varias extinciones se produjo un salto cualitativo y un orden superior. Lo que es caótico y dejado de lado es reelaborado hasta formar un orden nuevo…” ¡Que seamos capaces los ecuatorianos de hacer surgir pronto del caos actual un futuro mejor!

¡ AY, NICARAGUA, NICARAGÜITA ! Pedro Pierre

¡Cómo no sentirnos profundamente dolidos quiénes amamos a Nicaragua desde la guerrilla del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) por lo que está pasando en Nicaragua! No se trata de sustituir a los nicaragüenses ni de darles lecciones para resolver sus problemas. Se trata de compartir el dolor que se sufre, gritar la disconformidad y buscar juntos desde los nicaragüenses caminos de esperanza frente a actitudes que aparecen claramente dictatoriales de parte de la pareja Ortega… en particular lo que está pasando con la UCA de Managua. ¿Quiénes en la institución católica han sido más solidarios que muchos sacerdotes jesuitas con los procesos revolucionarios de América Central?

Desde el principio los sandinistas han sido capaces de levantar la bandera de la libertad, del humanismo y hasta del cristianismo para forjar un futuro diferente para Nicaragua, siendo faro para la luchas latinoamericanas por una segunda independencia. Muchos cristianos nicaragüenses han sido partícipes de esta gesta histórica hasta dar la vida por el éxito de este proceso, con el apoyo de valientes obispos nicaragüenses.. Lastimosamente unas actitudes poco cristianas del papa Juan Pablo 2° no han colaborado con un final feliz de la revolución sandinista. Los nombramientos del cardenal y de muchos obispos claramente antisandinistas han facilitado el aborto de caminos que hubieran sido de vida, fraternidad y esperanza para Nicaragua, América Latina y más allá. ¡Ya la historia los está juzgando!

Se puede entender las actitudes antiimperialistas del actual gobierno y su ideología guerrillera. Los mismos obispos nicaragüenses supieron decir en su tiempo que, por una parte, era justificado el levantamiento en armas de un pueblo sumiso en una larga dictadura somocista implacable. Por otra parte, supieron reconocer la legitimidad de una opción socialista del gobierno sandinista que fomente la participación popular, el reparto equitativo de las riquezas nacionales, la expresión liberadora de la fe cristiana… Los tiempos son nuevos a pesar de la constante dominación imperialista del gobierno norteamericanos y las continuas trabas del conservadurismo católico.

Estos tiempos actuales exigen, de un lado, nuevas respuestas de los nicaragüenses y del partido sandinista como también, por otro lado, nuevas opciones cristianas para apoyar salidas políticas más conformes a las soluciones de las necesidades de las mayorías pobres y perseguidas de Nicaragua. Esta labor encontrará nuevas solidaridades de los gobiernos, pueblos, Iglesias y cristianos latinoamericanos. El presente y el futuro se construyen mejor si nos juntamos en el respeto del camino que se busque abrir desde el suelo nicaragüenses. Estos nicaragüenses de a pie unidos a quienes asumen su opciones libertarios y revolucionarias en su propio país pueden contar con la solidaridad latinoamericana e transcontinental.

“América Latina es el continente de la esperanza” tanto en lo político como en la espiritual. Somos actualmente la reserva humanista y espiritual más pujante del planeta. ¡Cuántos países están experimentando, como en ningún otro continente, alternativas al sistema neoliberal imperante! El testimonio del papa Francisco salido de este ‘otro lado del mundo’ y el de las Comunidades Eclesiales de Bases y grupos afines muestran que son posibles otras maneras de ser Iglesias, de seguir a Jesucristo, experimentar nuevas espiritualidades, de crear humanismos esperanzadores que responden a las necesidades de las nuevas generaciones al nivel local y mundial.

Nicaragua está en este parto de una nueva manera de vivir en sociedad. La historia de nuestros países y de nuestro planeta nos demuestra que siempre hay salidas posibles y que del caos sale un nuevo y mejor orden. Nicaragua nos lo ha demostrado en los primeros 10 años de la Revolución sandinista. Personalmente pienso que los Ortega deben dar un paso al costado para dejar espacio a una nueva generación de nicaraguenses que lleve más allá el proyecto sandinsita para el bien del país y de América Latina. Sabrá encontrar esta nueva generación nuevas oportunidades tanto en lo civil como en lo religioso porque estamos creciendo desde las revoluciones cubana, sandinista y venezolana, el siempre vivo levantamiento zapatista, los gobiernos indígenas de Bolivia, las propuestas del Bien vivir y convivir de los Pueblos ancestrales, y desde las teologías de la liberación de las grandes religiones. Los cristianos no quedaremos atrás porque sobemos que el Reino se construye mediante la solidaridad que es ‘la ternura de los Pueblos’.

¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita: Adelante siempre! Estamos en un salto cualitativo tanto en lo político como en la espiritual.


miércoles, 31 de mayo de 2023

Artúclos de mayo

 

ARTÍCULOS DE MAYO

Con un saludo muy fraterno a todas y todos: Pedro Pierre.

1.      Planeta Tierra: ¡Alerta roja!... para preservar lo que va a resistir los cambios drásticos de clima desfavorable.

2.      Verdades reales y parciales… para crecer juntos en humanismo y espiritualidad.

3.      ¿A quién escuchar?... ¿A los pobres?... ¿De verdad?

4.      “¡No teman, hombres de poca fe!” … porque soy “el camino…”.

5.      Consulta sobre el Yasuní: ¡Detengamos el colapso!... antes de que sea tarde.

1.      PLANETA TIERRA: ¡ALERTA ROJA! Pedro Pierre

               El 22 de abril pasado hemos conmemorado el Día Mundial de la Tierra. Las redes sociales y las actividades y los escritos de muchos defensores del Medio Ambiente nos han informado y alertado sobre el suicidio colectivo al que nos encaminamos, ya que muy poco hacemos para respetar la Tierra y revertir la actual destrucción acelerada de la naturaleza. Una conferencia reciente del teólogo de la liberación y ecologista brasileño, Leonardo Boff, me ha llamado particularmente la atención por las alarmas ecológicas que lanza desde años: “Si no cambiamos vamos a desaparecer dentro de pocos años”. Dijo en esta charla reciente: “En 2027 los calores serán insoportables para los humanos en la mayor parte del planeta y muchas plantas y animales no podrán soportarlos porque necesitan tiempos para adaptarse”. Estamos a sólo 4 años de este desastre de la vida y la mayoría de los gobiernos, las empresas contaminantes y las multinacionales agroindustriales y mineras nos cambian radicalmente sus prácticas destructoras… lo que nos confirma “una muerte anunciada” de innumerables seres vivos.

               Ya en el año 1987, hace 36 años, un informe de las Naciones Unidas nos informaba de las consecuencias de la destrucción de la naturaleza y del mal uso de sus recursos: "La Tierra es una, pero el mundo no lo es. Todos dependemos de una sola biosfera para el sustento de nuestras vidas. Algunos utilizan los recursos de la Tierra a un ritmo tal que dejarían poco para las futuras generaciones. Otros, en proporción aún mayor, consumen demasiado poco y viven con un panorama de hambre, miseria, enfermedad y muerte prematura”.

               En el año 2,000, hace 23 años, un grupo de científicos y de personas conocidas, entre otras Leonardo Boff, el ex presidente de la Unión Soviética-URSS Mijaíl Gorbachov, la conocida cantante argentina Mercedes Soza, lanzaban un grito de alerta con la “Carta de la Tierra”. Esta afirma que la protección medioambiental, los derechos humanos, el desarrollo igualitario y la paz son interdependientes e indivisibles. He aquí las primeras y últimas líneas: “Nos encontramos en un momento crítico en la historia de la Tierra, un momento en el que la humanidad debe elegir su futuro. Somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común”.

               En 2015, el papa Francisca nos daba su carta encíclica “Laudato si - Alabado seas” sobre el cuidado de la casa común por su destrucción acelerada. El papa Francisco realizó una «crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable» con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada «para combatir la degradación ambiental y el cambio climático».

               No hemos tomado en serio estos llamados apremiantes: Bien poco hemos hecho personal y colectivamente para detener la destrucción sistemática de nuestro planeta, al punto que ahora estamos en una situación irreversible. Tenemos que prepararnos a soportar pronto situaciones extremas de supervivencia frente a un clima hostil y numerosos virus nuevos cada vez más destructores. Así de sencillo y fatal.

               Leonardo Boff nos explica que 3 son los mayores problemas que nos afectan profundamente. Primero está la degeneración progresiva de la Tierra porque, mediante la contaminación, destruimos las bases de la renovación de la vida terrestre. El segundo es el consumo exagerado de sus recursos que utilizamos irresponsablemente sus recursos limitados y no le damos el tiempo necesario para reponerlo: la empobrecemos sin pensar a la escasez que estamos produciendo para las futuras generaciones. El tercero es calentamiento global: Aumenta el calor de las piedras que provocan innumerables incendios que no se pueden combatir eficazmente, desertificando inmensas regiones.

               Para limitar el desastre ambiental, Leonardo Boff nos sugiere una doble conversión. La Tierra es un ser vivo como nosotros y nosotros somos no aparte de ella sino parte viva y amorosa de ella. Para lograrlo debemos conformar Comunidades Ecológicas en las que nos ayudemos a cambiar la mente y el corazón. La conversión mental consiste en desterrar miestra visión destructora de la Tierra porque pensamos que la podemos utilizar como nos place sin respetar sus limitaciones y sus derechos. La segunda conversión es afectiva, o sea, del corazón. Como seres humanos hemos desarrollado, gracias a la fuerza de la vida recibida de la misma Tierra, la capacidad de amar. Tenemos sentimientos, alegrías, dolores y amor como todos los seres vivos. La diferencia está en la consciencia que tenemos de aquello. Tenemos que enterrar esta visión o complejo de superioridad que nos hace considerarnos falsamente ‘dueños y señores’ de la naturaleza, sin descubrir que todo, todas y todos dependemos unos de otros. Nos destruimos cuando la destruimos. Eso es la doble conversión ecológica que necesitamos urgentemente si no queremos desaparecer.

               Leonardo Boff nos invita a conformar grandes regiones de vida saludable y de convivir armonioso para resistir los cambios irreversibles que se nos vienen, a imagen de las Comunidades indígenas que viven la complementariedad social y la armonía con la naturaleza. Se trata de aprender su “Bien vivir y convivir”. Actualmente en el planeta hay 111 ‘regiones ecológicas’ que viven de esta manera. Tenemos que comenzar y fortalecer esta nueva manera de vivir y convivir individualmente, en familia, en pequeñas Comunidades articuladas e integradas las unas con las otras. Así desterraremos definitivamente la actual organización capitalista perversamente destructora del ser humano y de la naturaleza. Dijo el papa Francisco: “¡O nos salvamos juntos o nos perdemos todos!”

               Seamos los incansables artesanos de esta utopía esperanzadora que ha comenzado o continúa a ser realidad. Dios no quiere nuestra perdición sino nuestra salvación: Allí está el camino del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret.

2.      VERDADES REALES Y PARCIALES, Pedro Pierre

               Podríamos calificar nuestra época a la vez como muy violenta y algo esperanzadora: Eso nos exige una vida más consciente y mejores relaciones humanas. Al nivel social la violencia es cada vez mayor como también el individualismo. Por otra parte, no logramos zafarnos del sistema neoliberal que se beneficia a costa nuestra y provoca más violencia y más individualismo. En esta realidad las Iglesias son bien poco proféticas: No logran solidarizarse con las víctimas. Eso es el caso de muchas Iglesia evangélicas que optan por defender los promotores del neoliberalismo. Las instituciones católicas más tradicionalistas hacen lo mismo, como fue el caso recién del opus y de Schoenstatt en Chile. Con todo esto, crece la confusión personal, social y eclesial. Surge entonces la tendencia de hacer cada uno nuestra propia ley, nuestros propios criterios sobre lo que está bien y lo que está mal.

               Toda esta realidad nos lleva a una impresión de indefensa, descomposición social y desorientación. Mientras tanto aumentan los problemas diarios de inseguridad, soledad, relativismo, desempleo, migración. Crece también el desinterés por crear condiciones de vida agradables hechas de confianza de los unos en los otros, de organizaciones fraternas y de ambientes abiertos a la espiritualidad necesaria.

               Al mismo tiempo aumentan las personas y los grupos que construyen espacios más humanos, más vivenciales y más satisfactorios: Son muy activos y buscan articularse. Son espacios de esperanza, de humanidad, de felicidad. Es la lucha tenaz de lo pequeño contra lo gigante, pero que tiene la fuerza de la verdad y del amor: Eso va en el dinamismo de nuestro mundo, de nuestro universo y de lo divino que nos aporta satisfacción y felicidad. La Biblia nos confirma que el pequeño David sigue venciendo al gigante Goliat.

               En su carta a los Efesios, Pablo nos dice que “no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras”. Los gobiernos se vuelven cada vez más fascistas, las fuerzas policiales y armadas cada vez más asesinas, las empresas cada vez más explotadoras, los grandes medios de comunicación cada vez más sofisticados para manipularnos, las redes sociales nos inundan de un sinnúmero de información y capacitación que no son más que engaños. Además, no faltan ‘salvadores’ que nos prometen “el oro y el morro” en lo personal, lo profesional, lo social y lo religioso. Quienes sufren más por estas situaciones son los pobres, los jóvenes, las mujeres, los indígenas, los negros… y los ‘analfabetos religiosos’ que conforman las grandes mayorías de nuestros países. ¿Dónde estará la verdad, si la buscamos?

               Primero tenemos que preguntarnos si creemos que, por una parte, podemos salir adelante hacia una vida mejor y, por otra, si estamos decididos a tomar los medios para lograrlo. Todo comienza por una toma de conciencia personal y la decisión de emprender nuevos caminos… o seguimos con la mediocridad, la fatalidad, la desilusión y el quemimportismo. El primer paso es personal. El segundo es colectivo.

               Tenemos que entender que esta apuesta por una vida mejor no lo vamos a lograr individualmente, sino apoyándonos los unos a los otros. Allí vienen el humanismo y la espiritualidad que son caminos colectivos. Cada vez más el humanismo encuentra nuevos adeptos. Se trata de descubrir como humanos que nuestra característica es darnos cuenta de lo que nos está pasando y encontrarle un sentido, una dirección y una meta. Muchos jóvenes estén en este camino: Esa es la gran novedad de nuestra época. Cada vez más las actuales propuestas políticas resultan insuficientes y las religiones tienen menos importancia y menos adeptos, por ser obsoletas. El cambio de época exige cambios radicales a todos los niveles: personal, familiar, profesional, social, cultural y religioso. Eso es el gran desafío del momento… Si no lo enfrentamos, vamos a quedar varados en la vereda del camino, mientras la vida, el mundo y la felicidad van por otros caminos que no transitamos. El humanismo es la nueva exigencia.

               Además del humanismo transformador está la espiritualidad. Todos los seres humanos tenemos una dimensión espiritual que anida en cada cultura. De allí surgen las diferentes cosmovisiones que promueven, de un lado, unas sabidurías, es decir un arte de vivir y convivir, y, por otro, expresiones espirituales que se concretaron en las religiones. Actualmente al cambiar las culturas, muchas expresiones culturales y religiosos perdieron su significado. Pero no se perdió la dimensión espiritual que exige nuevas expresiones. Por este motivo surgen las místicas que tienen un componente más humanista, y nuevas espiritualidades que responden al momento presente. Estamos llamados a entrar en esta dinámica: nuevas motivaciones humanistas y nuevas expresiones religiosas. El problema es que lo tradicional que poco sirve ‘no acaba de morir’ y lo nuevo que necesitamos ‘no acaba de nacer’.

               Abracemos estos nuevos humanismos y estas nuevas espiritualidades que están en marcha y son una construcción colectiva. Se trata de “discernir los signos de los tiempos”: Entre todo lo que nace, ¿qué es lo que se va a quedar porque tiene futuro por la fuerza de la vida y del amor? Vida, amor y comunidad que son las ‘esencias’ de nuestro universo. Este discernimiento, además de ser individual, tiene que ser colectivo. No podemos escapar a la gran unidad del universo: todo está interconectado, todos estamos interdependientes, todos avanzamos juntos o nos perdemos. Es la gran invitación de nuestra época. Nuestras verdades individuales son reales, al mismo tiempo que son parciales. Sólo juntos las vamos a reconocer como tales para no andar sin rumbo, desaprovechar la vida … porque sólo tenemos una, con sus inmensas capacidades y felicidades.

3.      ¿A QUIÉN ESCUCHAMOS?, Pedro Pierre

               Acabamos de celebrar el día de la Madre. Nuestras mamás nos aman plenamente a todas y todos: a nadie nos falta amor materno; pero van a dar más amor a aquel que más lo necesita por frágil, enfermo o especial. Ella es para nosotros el ‘rostro materno’ de Dios. Dios ama a todas y a todos sus hijos con un amor materno entero, pero prefiere a los pobres. Esa preferencia no le quita amor a nadie, pero va a amar de manera preferencial al que más necesita de su amor, en particular a las y los que son víctimas inocentes de la injusticia y la maldad… porque Dios nos mira en la verdad de los hechos y del corazón.

               Esto nos lo demuestra Dios con la encarnación de su hijo Jesús en Palestina: lo quiso para todas y todos, pero lo quiso pobre, amante de los pobres, para construir su Reino desde ellos y con ellos. Por eso Dios eligió a una familia pobre en María y José, en un pequeño pueblo desconocido, Nazaret, de una provincia marginal y marginada, Galilea. Dios quiso que Jesús sea uno más entre los pobres, un simple carpintero de pueblo, un trabajador manual. No lo quiso de la capital ni de familia famoso o rica, ni sacerdote o de la alta clase dirigente. Podríamos decir que Dios quiso que Jesús sea “uno menos” para identificarse con los “nadie” de su tiempo y de todos los tiempos.

               Así lo describió Pablo en su carta a los Filipenses y se dirige a nosotros diciendo: “Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús”, o sea, pensar, mirar, sentir y actuar como pensó, miró, sintió y actuó Jesús, porque esa la manera de pensar, mirar, sentir y actuar de Dios. Esto significa que Dios nos quiere, a imagen de su hijo Jesús, sencillos, pobres con dignidad y amigos de los pobres, en particular de los más pobres, para ayudarles a salir de su situación inhumana y anticristiana, y construir con ellos una humanidad fraterna. Eso exige de nosotros una conversión permanente: Amar a todas y todos, vivir en la pobreza digna y pensar, mirar, sentir y actuar desde los pobres y con ellos a la manera de Jesús. Esa es la conversión cristiana que nos pide Dios: Ser cristianos es convertirse a Jesucristo y eso se logra convertiéndose a los pobres.

               Esta manera de ser y de vivir al ejemplo de Jesús nos ayuda a entender lo que está pasando en nuestro país y discernir cómo debemos mirar, escuchar y actuar. Hoy, la situación del país es de las más desastrosa. Las informaciones y el sentido de lo que está pasando tiene interpretaciones variadas y hasta contradictorias. ¿A quién creer, a quién escuchar, a quién seguir? La actitud de Dios y las actuaciones de Jesús nos van a ayudar a mirar, confiar y avanzar correctamente. Como Jesús, vamos actuar de 2 maneras. Primero, vamos a mirar la realidad como la miran los pobres, cómo la describen, cómo la sienten, como la califican, porque Dios se hace presente en ellos y habla a través de ellos. Por otra parte, vamos a escuchar y descubrir a los pobres que se esfuerzan personalmente y se organizan colectivamente para salir de su pobreza y de su miseria, porque el Espíritu de Jesús actúa en ellos afín de que alcancen una vida más digna, más humana, más fraterna.

               Por esas razones, nuestros obispos latinoamericanos en su reunión de Puebla, México, en 1979, nos han dicho: “Los pobres nos evangelizan… Afirmamos la necesidad de conversión de toda la Iglesia para una opción preferencia por los pobres, con miras a su liberación integral”. Nuestra solidaridad con los pobres es el camino para alcanzar personalmente una vida mejor, y construir colectivamente una sociedad más fraterna y justa. Por eso decía monseñor Oscar Romero, asesinado en San Salvador en 1980 y reconocido santo por el papa Francisco: “¡Fuera de los pobres no hay salvación!”

               Si escuchamos a los pobres en este tiempo tan duro, desconcertante y sin gran horizonte, descubriremos lo que está pasando. Si escuchamos a los pobres organizados para una vida mejor, descubriremos los caminos a seguir y a abrir para un cambio de sociedad. Si escuchamos a los pobres reunimos en Comunidades vivas, como por ejemplo en las Comunidades Eclesiales de Base, descubriremos el contenido y el compromiso correcto de nuestra fe en Dios y en Jesús de Nazaret. Por esos motivos el papa Francisco nos repite que “los pobres de las Organizaciones populares nos enseñan el camino para un cambio de sociedad”. En su Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, los obispos y los cristianos allí reunidos afirmaron que “las Comunidades Eclesiales de Base son el ejemplo de una Iglesia sinodal”, es decir una Iglesia de iguales, renovadora de la Iglesia parroquial y artesana de una nueva sociedad.

               En la opción preferencial y solidaria por los pobres está la clave de una vida feliz y una sociedad acorde al proyecto de Dios inaugurado por Jesús, que lo llamó el Reino de Dios: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia; lo demás vendrá por añadidura”. Si nos sentimos perdidos, agarremos la mano de los pobres. Si nos sentimos confusos, escuchemos a los pobres organizados. Si sentimos que nuestra fe tambalea, caminemos con los pobres en Comunidades. Escribió Pablo a los corintios: “Dios ha elegido lo que el mundo considera necio para avergonzar a los sabios, y ha tomado lo que es débil en este mundo para confundir lo que es fuerte. Dios ha elegido lo que es común y despreciado en este mundo, lo que es nada, para reducir a la nada lo que es… Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que la de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.”

               En los pobres de hoy, Dios nos traza el camino a creer y a seguir. Tal fue la misión de Jesús: ser fiel a los pobres hasta el final para convencernos que el camino del Reino que hoy se actualiza en el camino de los pobres, es la verdad a asumir y a construir juntos y junto a ellos, si no queremos andar perdidos e inútiles.

4.      “ ¡ NO  TEMAN,  HOMBRES  DE  POCA  FE ! ”, Pedro Pierre

               El miedo se está instalando en nuestro país por la violencia que no deja de crecer. Esta realidad es el resultado de un desempleo masivo por el sistema neoliberal de gobierno que nos están imponiendo. No basta decir cobardemente:          “¡Sólo Dios nos puede salvar!” … Claro que Dios sigue con nosotros, abriendo caminos de salvación. Pero somos nosotros que tenemos que caminar estos senderos de salvación. Dios nos ilumina y nos fortalece, pero no hace ni el camino ni el trabajo que nos tocan a nosotros. ¡Así que no bata lamentar ni sólo rezar! Una mirada sobre Jesús de Nazaret puede ayudarnos a superar el miedo y enfrentar los desafíos que se nos presenta.

               Una primera actitud de Jesús fue entender la realidad de su país. Para conocer esta realidad, Jesús pasó 30 años encarnándose en ella: no vivió en un palacio ni en un templo ni en un barrio segurizado. Nazaret era un pequeño pueblo desconocido en una provincia alejada de la capital, marginal y marginada. En ese tiempo Palestina era un país invadido y saqueado por un imperio brutal que no respetaba nada ni nadie, sino que aprovechaba el poder de las armas para hacer lo que le venía en ganas.

               La situación de nuestro país es bastante parecida a la de Palestina en tiempos de Jesús. Mediante el FMI estamos invadido y saqueados por el imperio invasor de las multinacionales norteamericanas y sumisos a las órdenes de los Estados Unidos que fomentan la pasividad y la destrucción de nuestro país para tener productos alimenticios baratos y materias primas al precio que ellos les ponen. Provocan la actual violencia para amedrentarnos y mantenernos callados y muertos de miedo.

               Jesús nació en una hacienda ni en un pueblo famoso como tampoco en una familia acomodada o de renombre… “¡Qué de bueno puede salir de Nazaret!”, dijo Natanael, oriundo de un pueblo vecino. La familia de Jesús hacía parte de la gente pobre: su madre se preocupaba de los quehaceres domésticos y su padre era un carpintero de pueblo. Jesús fue uno más que, a los 15 años, continuó la profesión de su padre, lejos de la capital y de sus autoridades. Los responsables religiosos de Jerusalén eran más preocupados de sus buenas relaciones con las autoridades militares romanas afín de conservar sus privilegios y comodidades.

               La realidad ecuatoriana es bastante parecida a la de Jesús en Nazaret: Somos un pueblo lleno de pobres, de trabajadores manuales y de profesionales que no encuentran trabajo por ninguna parte. Por esta razón la migración es el gran sueño nacional que se estrella contra el racismo, la explotación y las fronteras cerradas de Estados Unidos y Europa. Nuestras autoridades religiosas parecen más preocupadas por la estabilidad de un gobierno indolente y corrupto que pacta con las bandas criminales y el narcotráfico internacional: No defiende la inmensa mayoría de los ecuatorianos que no saben adónde acudir para un poco de protección y esperanza.

               Veamos ahora cuáles fueron la práctica y el mensaje de Jesús para ayudar a su Pueblo a salir adelante, mejorar su situación, encontrar alternativas de dignidad, profundizar su fe y emprender el camino del Reino para una vida más humana y más religiosa. A los 30 años, se acercó a su primo Juan Bautista que predicaba la conversión a Dios mediante la renuncia la pecado y la vivencia de la justicia, el compartir y el respeto de las personas. Bautizaba a quiénes decidían emprender ese camino religioso y social. A Jesús le gustó esa opción y se hizo bautizar. Luego emprendió un largo retiro -se nos dice de 40 días- para discernir bien cómo iba a realizar su misión. Descartó 3 tentaciones que, en vez de ayudar a sus compatriotas, los habrían hundido en más pobreza y violencia. Para resolver los problemas rechazó la opción del dinero fácil que lo compra todo, la opción del poder como dominación y del prestigio que arrodilla a los demás.

               Hoy nosotros, ¿qué buscamos? Primero, tenemos que preguntarnos si algo buscamos, porque muchas veces nos encerramos en una mediocridad de vida que es todo menos humana y cristiana, por nuestro individualismo y nuestra indiferencia. Luego, preguntémonos a qué líderes buscamos para salvarnos, tanto en lo social como en lo religioso. Jesús hizo la opción de una vida sencilla: ¿Es también nuestro caso? ¿O pensamos que más comodidades van a resolver nuestros problemas? ¿A quiénes seguimos? ¿A los que tienen mucho dinero, a los que están en el poder, a los que son famosos y tienen prestigio?... sin darnos cuenta que esas opciones las rechazó Jesús…

               Pronto se enteró Jesús que el gobernador de Galilea, en la persona del rey Herodes, había asesinado a su primo Juan Bautista porque su palabra y actuaciones lo molestaban. Entonces decidió retomar el camino de Juan Bautista como profeta itinerante. No esperó que la gente viniera hacía él, sino que empezó a recorrer su provincia para encontrar a sus paisanos y reunirlos para vivir el compartir y la fraternizar y descubrir a un Dios padre y madre. Se rodeó de amigos fieles, de discípulos constantes, de compañeros decididos a apoyarlo, varones y mujeres. El camino del Reino estaba en marcha, es decir otra manera de vivir personal, colectiva y religiosamente.

               ¿Y nosotros? ¿Entramos en la dinámica de formar grupos, comunidades, asociaciones para vivir de otra manera, comenzar a realizar lo que soñamos, descubrir otros modos de convivencia, encontrar a un Dios vivo y liberador? Es esta clase de preguntas que tenemos que hacernos para evaluarnos, dejar de lamentarnos, esperar que Dios resuelva sólo nuestros problemas. “¡No teman, hombres de poca fe!”, nos repite Jesús de Nazaret. Así perderemos el miedo si empecemos a tener fe en nosotros y en los demás para, así, renovar nuestra fe en Dios.

5.      CONSULTA SOBRE EL YASUNÍ: ¡DETENGAMOS EL COLAPSO!

               El ‘Yasuní’ es la región más al este de Ecuador que colinda con Perú y Colombia. Hace parte de las varias áreas protegidas del país, es decir, que se la puede tocar ni invadir. Y eso por 2 razones: Allí viven desde miles de años pueblos indígenas no contactados que quieren vivir alejados de la mal llamada ‘Civilización Occidental Neoliberal’ porque no los respete y conduce la humanidad al suicidio y el planeta al colapso o extinción de la vida.

               El Yasuní es una de las regiones de todo el planeta más ricas en biodiversidad por su cantidad y diversidad de especies vegetales y animales: “En una hectárea del Yasuní hay más biodiversidad que en toda Norteamérica!” Desde unos 15 años esta área declarada protegida está invadida por 3 clases de empresas sumamente depredadoras del medio ambiente y por lo mismo de los Pueblos que la habitan. Las unas son madereras que sacan los árboles más preciados; otras son empresas turísticas por la excepcional biodiversidad que allí se puede ver y observar; las terceras son empresas petroleras que sacan petróleo de varios pozos con grandes reservas… Organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los Pueblos indígenas de la Amazonía y del medio ambiente de todo el planeta protestan por esta destrucción irremediable.

               Hace unos 15 años el ministro de los Recursos Estratégicos del gobierno de la Revolución Ciudadana, Alberto Acosta, hizo una novedosa propuesta para no explotar el petróleo del Yasuní. En 2007 el presidente Rafael Correa retomó esta propuesta en una intervención en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Explico que el gobierno quería mantener bajo tierra los más de 840 millones de barriles de petróleos encontrados en el subsuelo amazónico del Parque Nacional Yasuní, equivalente al 20% de la producción petrolera del país. Así se evitaría la generación de 407 millones de toneladas de Oxido de Carbono, gran contaminante y causante del calentamiento atmosférico, además de todas las destrucciones ambientales por las actividades de extracción, contaminación y transporte del petróleo. Como contraparte, Ecuador pedía a la comunidad internacional una contribución financiera de $. 3.600 millones de dólares, correspondiente al 50% de los ingresos que el país dejaría de percibir por no explotar esta fuente de petróleo. Esta cantidad de dinero debía reunirse en 13 años a partir del 2007. Seis años después, en 2013, el gobierno dio por terminada la propuesta ya que ¡solo se habían reunido $. 13,3 millones de dólares!

               En ese mismo año 2013 fue cuando fue creada la Asociación “Yasunidos” a partir de un conjunto de colectivos ambientalistas, artísticos, deportivos (ciclistas urbanos, por ejemplo), así como de jóvenes. En una campaña nacional recogieron 756.291 firmas para que el Consejo Nacional Electoral organizara una consulta nacional para que los ecuatorianos decidieran si aprueban o no la extracción de crudo de los campos petroleros del Yasuní. No hubo respuesta en varios años. Pero, ¡milagro! Recién el 9 de mayo pasado la Corte Constitucional aprobó la Consulta Nacional solicitada por la Asociación Yasunidos hace… 10 años. Esta consulta va a tener lugar el próximo 20 de agosto junto a las próximas elecciones presidenciales y legislativas. ¡Más vale tarde que nunca!

               La situación ambiental mundial es catastrófica. Los científicos del mundo entero nos adviertan desde 20 años que, a partir del año 2030, es decir en 7 años, si no hemos invertido -y no sólo detenido- el calentamiento global y la contaminación ambiental, la naturaleza empezará a destruir sistemática y violentamente la vida en el planeta Tierra. No hace falta ser muy estudiados para descubrir que las olas de calor, de sequía, de inundaciones, de pandemia, de terremotos… son advertencias cada vez más fuertes para tomar en serio el colapso de la vida. El papa Francisco, desde el principio de su pontificado hace 10 años, no cesa a invitarnos a vivir, trabajar, producir, intercambiar… de nuevas maneras que respetan la vida humana y natural afín de que nuestro planeta no tenga que pasar por una extensión de la vida en su totalidad. Recientemente acaba de decir: “Escuchemos la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación… Debemos decidir transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad… Un enfoque integral requiere poner en práctica el respeto ecológico en cuatro direcciones: hacia Dios, hacia nuestros semejantes de hoy y de mañana, hacia toda la naturaleza y hacia nosotros mismos". Y de criticar, el papa, “el consumismo rapaz alimentado por corazones egoístas”.

               ¿Cuándo vamos a tomar en serio esta catástrofe que ha comenzado a desarrollarse delante de nuestros ojos? No se trata de sólo pedir a Dios que resuelva los problemas que nos toca superar. Somos cómplices y por lo mismo responsables y culpables de la desregulación de la naturaleza por nuestro desorden en la manera de vivir, convivir, relacionarnos con la naturaleza y de creer falsamente en un Dios. Por una parte, vamos a votar -parece razonable y necesario- en esta consulta del 20 de agosto a favor de que no se explote el petróleo del parque Yasuní, porque sí, hay alternativa para la creación de energías más adecuadas. Por otra parte, si queremos emprender una nueva manera de vivir personal y colectivamente, tenemos que conformar grupos, asociaciones y comunidades que nos ayuden en estos propósitos.

               ¿Qué irán diciendo los candidatos a presidentes, vice presidentes y asambleístas sobre este tema? Depende de nosotros elegir personas que provengan de Organizaciones populares o que hayan militado en Asociaciones ambientales para orientarnos como país hacia una nueva manera de hacer política y organizar la economía sustentable y equitativa. Tratemos de una vez de despedir a los que apoyan el neoliberalismo que vive de la explotación humana y de la destrucción de la naturaleza. “¡O fraternizamos entre nosotros y con la naturaleza, o colaboramos a nuestra propia y pronta desaparición!” No hay más alternativas.